03/09/2014 - Dunlop, familia de motociclistas que dejó la vida en la pista

Robert y Joey Dunlop. Dos vidas unidas por lazos de sangre, por la gloria de sus hazañas y el violento choque con la muerte.

Este informe de la BBC repasa la vida de la familia Dunlop, que parece llevar en la sangre la pasión por la velocidad.

Los hijos de Robert, William y Michael, rodaban detrás de su padre cuando el motor de la motocicleta se bloqueó y lo lanzó por los aires. "Tomé su mano y recé para que estuviera bien", recordó Michael. William pasó la noche en su taller poniendo a punto su moto. Buscaba más velocidad.

Antes de la carrera North West 200 en 2008, una de las pruebas más peligrosas y rápidas del motociclismo de carretera, Robert predijo que uno de los Dunlop ganaría. Pese a que él murió durante los entrenamientos, sus hijos aparecieron al día siguiente por los garajes, dispuestos a rodar.

"No me presenté para honrar la memoria de mi padre, lo hice porque quería correr", dijo William, quien entonces tenía 22 años. "Puede sonar egoísta, pero así es como fue", comentó a BBC Sport.

El día de la carrera, la moto de William falló en la salida, pero Michael sí pudo hacer profeta a su papá con una victoria que produjo emotivas escenas en la meta. Con solo 19 años, el menor de los hermanos celebró su triunfo cargando el ataúd de su padre.

Robert y Joey

Tímido, taciturno y poco amigo de la fama, Joey fue el piloto más exitoso del motociclismo de carretera al ganar el récord de 26 carreras en el TT de la Isla de Man y cinco campeonatos mundiales consecutivamente en los años 80. En Irlanda del Norte fue incluso más famoso que el legendario futbolista del Manchester United George Best.

"Parecía un repartidor en una camioneta", lo describió su antiguo compañero y también leyenda del motociclismo John McGuinness. Cuando no estaba corriendo, Joey conducía su camioneta a través de Rumania y Bosnia repartiendo comida para los niños huérfanos.

Su aureola lo hacía especial, imbatible e intocable. Perdió en la carretera a un amigo de la infancia y a su cuñado. Su hermano, Robert, salió gravemente lesionado tras chocar contra una pared de piedras.

Pero después de lograr su tercera victoria consecutiva en el TT de la Isla de Man en 2000, Joey Dunlop murió a los 48 años al estrellarse contra los árboles en un evento secundario en Estonia.

50.000 personas asistieron al funeral de una persona que pasó su última noche durmiendo entre los asientos de su camioneta pese a tener reservada una habitación en un hotel. "Mejor morir en una motocicleta que después de estar postrado en una cama durante seis meses", reflexionó un devastado Robert tras conocer la muerte de su hermano.

William y Michael

Michael, que es el actual rey de la carretera, defiende vehementemente el deporte que ama frente a quienes asegura que ignoran de lo que están hablando.

"No espero que juzguen mi vida, porque yo no juzgo la de ellos", comentó. "No me importa lo que la gente piensa o lo que la prensa escribe porque no tienen idea de lo que el motociclismo de carretera significa para los pilotos".

"A menos de que lo hayas experimentado no es posible describir lo que es", concluyó.

Los hermanos Dunlop volverán a colocarse el casco y a subirse a una moto. Atrás quedaron las tragedias de su padre y tío. Ellos creen que a ellos no les pasará, que serán de los que logran escapar, como una vez estuvo convencido el mismo Joey.

 

Twittear

Publicado: 03/09/2014 - 18:44 hs. - Textos: BBC Mundo - Fotos: difusión.